7 maneras de controlar el dolor asociado con el envejecimiento

Si alguna vez has pasado algún tiempo con adultos mayores, como tus abuelos, entonces hay una buena probabilidad de que hayas escuchado la frase "hagas lo que hagas, no te hagas viejo". Medio chiste, medio consejo, es un testimonio del dolor que puede acompañar al envejecimiento.

Para muchos adultos, tanto jóvenes como adultos, el dolor es parte de la vida cotidiana. Y aunque los jóvenes pueden sentir dolor tanto como sus padres y abuelos, la tendencia es que las personas experimenten más dolor a medida que envejecen, es el resultado del deterioro lento de los huesos, músculos y tejidos conectivos. La buena noticia es que hay varias maneras relativamente simples de limitar la cantidad de este dolor que siente a diario.

1. Dolor de espalda

Uno de los tipos más persistentes de dolor asociado con el envejecimiento es el dolor de espalda. Esto puede estar relacionado con una serie de problemas relacionados con la edad, en particular la ruptura de los huesos y el tejido conectivo que comprende la columna vertebral. Estos huesos y tejidos pueden comenzar a debilitarse con el tiempo, lo que facilita la posibilidad de sufrir una lesión. Además, muchos adultos de mediana edad y mayores pasan mucho tiempo sentados, lo que puede generar un estrés excesivo en la espalda, especialmente en la parte inferior de la espalda.

El dolor de espalda es particularmente molesto porque afecta casi cualquier tipo de movimiento: sentado, de pie e incluso acostado en la cama. La mejor manera de tratarlo es mediante un estiramiento moderado que trabaja suavemente los músculos de la espalda. Si el dolor de espalda es persistente, es importante que haga estos ejercicios con regularidad, incluso cuando no sienta dolor. Además, el ejercicio regular puede mantener sueltos los músculos de la espalda, lo que los hace más resistentes. El resultado podría ser una espalda más fuerte que sea capaz de resistir las tensiones.

2. Artritis

Quizás el dolor más familiar asociado con el envejecimiento es la artritis, o dolor en las articulaciones, que generalmente se siente en las manos, las muñecas, las rodillas, las caderas y los pies. Está estrechamente relacionado con el envejecimiento, ya que generalmente es causado por la descomposición del cartílago en y alrededor de nuestras articulaciones. La artritis también puede surgir como resultado de una lesión o una larga historia de actividad física intensa, como jugar deportes o trabajar en otros trabajos físicamente exigentes (como la construcción).

Al igual que con muchas otras afecciones relacionadas con la edad, la clave para combatir la artritis es mantenerse activo. Esto no tiene que significar actividad física intensa, como andar en bicicleta o correr, pero puede implicar simplemente caminar por el vecindario todos los días, practicar yoga o nadar en una piscina comunitaria. Incluso este tipo de ejercicio moderado puede estimular la circulación y ayudar a mantener los músculos dentro y alrededor de las articulaciones. Si el dolor es particularmente malo, su médico puede recetarle medicamentos para tratar ataques particularmente dolorosos de artritis.

3. Cepas musculares

Del mismo modo que la descomposición progresiva de los huesos puede provocar problemas en la columna y artritis, el deterioro de los músculos puede provocar tirones musculares y dolor. Las personas que pasan gran parte de su día sentados en lugar de moverse son particularmente susceptibles a las tensiones musculares debido a que sus cuerpos no siempre están preparados para el movimiento.

La clave para prevenir la distensión muscular es mantener los músculos listos para la acción. Eso significa hacer ejercicio físico moderado o, si es posible, intenso algunas veces por semana. Hacerlo puede ayudar a mantener los músculos sueltos y ser más capaz de resistir o recuperarse de un tirón muscular. Por supuesto, los medicamentos de venta libre como el ibuprofeno y el naproxeno también pueden ayudar a tratar el tirón muscular; solo asegúrese de usarlos con moderación y hable con su médico si el dolor muscular dura más de unos pocos días.

4. Dolor abdominal

Muchas personas experimentan molestias abdominales más dolorosas a medida que envejecen. Esto se debe a que, con el tiempo, nuestros cuerpos pueden tener dificultades para procesar ciertos tipos de alimentos. El resultado puede ser sentir hinchado, con gases, incómodo, estreñido, incluso nauseabundo.

Si bien hay una serie de tratamientos naturales y basados ​​en medicamentos para el dolor abdominal, desde tomar té de menta a bismuto, el dolor abdominal podría estar relacionado con una amplia variedad de problemas, desde problemas de procesamiento de alimentos hasta la aparición de crecimientos que dificultan el pasar comida por el cuerpo. Su médico puede ayudarlo a llegar a la raíz del problema y tomar medidas para superar el dolor abdominal.

5. Síndrome del túnel carpiano

El síndrome del túnel carpiano surge cuando los nervios en los brazos, muñecas y manos se contraen por los músculos y el tejido conectivo. Esto ocurre a menudo porque un individuo ha gastado una cantidad desorbitada de tiempo usando un teclado, un proceso que ejerce una presión indebida sobre las manos, las muñecas y los antebrazos. El uso de ciertos tipos de maquinaria también puede causar el síndrome del túnel carpiano. Una historia familiar de túnel carpiano o artritis severa también son factores contribuyentes.

Tomar analgésicos de venta libre, estiramientos y ejercicios regulares de muñecas, brazos y manos puede ayudar a tratar casos menores de síndrome del túnel carpiano, pero en casos más extremos puede requerirse cirugía.

6. Dolor de diente

Mantenerse físicamente activo es una parte importante de mantener a raya muchos de los dolores en esta lista. Pero salir a caminar, correr o andar en bicicleta no servirá de mucho cuando se trata de dolores dentales, que a menudo son causados ​​por no cepillarse y usar hilo dental con regularidad o no hacer visitas regulares al dentista para exámenes y limpieza.

En el pasado, cuando la atención dental generalmente era menos asequible o accesible, muchos adultos mayores se veían obligados a quitarse los dientes y usar dentaduras postizas para evitar el dolor dental regular. Hoy en día, hay menos necesidad de dentaduras pero la limpieza regular y las visitas al dentista siguen siendo cruciales para evitar que el dolor dental se convierta en un problema diario.

7. Dolor de cabeza

Los adultos mayores son más propensos que sus contrapartes más jóvenes a sufrir dolores de cabeza frecuentes, incluidas migrañas, que pueden dificultar la realización de actividades básicas, como ir a trabajar y preparar la cena. El problema, en muchos casos, es el estrés, que puede causar tensión muscular en la espalda, el cuello e incluso los músculos de la cara. Con el tiempo, esta tensión puede provocar dolores de cabeza dolorosos. Los factores adicionales incluyen deshidratación (no beber suficiente agua o consumir demasiado café o alcohol, o ambos), cambios en el clima y cambios fisiológicos (como la menstruación).

Muchas personas responden a un dolor de cabeza al buscar un analgésico de venta libre, como paracetamol o naproxeno, pero esto no soluciona la raíz del problema. Un médico puede ayudarlo a determinar si el problema está relacionado con el estrés, el clima o cualquier otra cosa. También pueden recetar medicamentos que sean más capaces para combatir los dolores de cabeza que los medicamentos de venta libre.