6 Problemas de memoria que son completamente normales
Todo el mundo olvida cosas de vez en cuando, incluso los jóvenes y saludables. A medida que envejecemos, el olvido puede ser más frecuente, pero puede no ser un signo de un problema de salud subyacente significativo, como la enfermedad de Alzheimer.
De hecho, hay una serie de problemas de memoria que son completamente normales y no reflejan problemas serios de salud mental. Estos problemas pueden afectar a las personas en su adolescencia, a los veinte, a los treinta y más. Y, a menos que sean parte de la vida diaria, no deberían levantar las cejas entre los afectados o su médico. Para ayudar a calmar a aquellos que podrían estar preocupados por ciertos problemas de memoria, exploremos algunos de estos problemas normales de memoria.
1. Abstención
Todos tienen episodios de distracción. Algunas personas olvidan guardar sus platos o cubiertos después de comer. Otros podrían olvidar regularmente dónde dejaron su pluma. Y aunque estos pequeños episodios de distracción pueden ser frustrantes, tanto para los afectados como para quienes están cerca de ellos, no son necesariamente un signo de un problema de memoria importante y subyacente.
La falta de atención solo debería generar alarmas si comienza a dificultar visiblemente el paso del día típico; por ejemplo, si uno comienza a olvidarse de realizar tareas rutinarias importantes, como tomar medicamentos recetados o recordar dónde estacionó su vehículo.
2. Mala atribución
A veces las personas agregan pequeños detalles a sus historias para hacerlas más interesantes; es conocido como embellecimiento. En otros casos, el narrador solo recuerda parte de la historia o atribuye erróneamente algunos de los detalles. Esto se conoce como atribución errónea y a menudo conduce al mismo resultado que el embellecimiento.
Sin embargo, la atribución errónea ocurre y no debería afectar a nadie a menos que comience a hacer que las actividades diarias, como hacer el trabajo, sean más difíciles de lo que deberían ser. La atribución errónea puede ser particularmente problemática para los escritores e investigadores que pueden encontrarse involuntariamente plagiar a otros o recordar de manera imprecisa detalles importantes asociados con un evento o idea.
3. Sugerencia
Algunas personas tienen una tendencia a ser altamente sugestionables, lo que significa que su comprensión de ciertos detalles es lo suficientemente débil como para que otra persona pueda empujarlos a una posición diferente (y posiblemente inexacta) sobre un tema. Por ejemplo, un político particularmente persuasivo puede convencer a alguien que es altamente sugestionable de creer algo muy impreciso sobre el pasado.
En términos generales, todos tenemos momentos de sugestionabilidad; después de todo, ninguno de nosotros tiene una comprensión perfecta del pasado. Además, la sugestionabilidad puede combinarse con otros factores, como la falta de educación, problemas de salud mental o creencias emergentes, para llevarlos a conclusiones que pueden no reflejar la vida real.
4. Bloqueo
¿Alguna vez ha estado en una situación en la que alguien le hace una pregunta y siente que la respuesta está en la punta de la lengua pero que simplemente no sale? Ese es un problema que a menudo se denomina "bloqueo" y ocurre cuando no se puede recuperar una memoria que, en la mayoría de las situaciones, no sería tan difícil de recordar.
El bloqueo es normal, siempre y cuando no ocurra todo el tiempo. A menudo, es causado por un recuerdo que se interpone en el camino de otro, lo que dificulta la recuperación de la información que está buscando. El bloqueo se vuelve más frecuente a medida que uno envejece, pero hasta que nos impide pasar un día normal, realmente no es algo de lo que preocuparse.
5. Sesgo
Con el tiempo, nuestros recuerdos cambian, a menudo como resultado de cambios en nuestras vidas. Por ejemplo, nuestro recuerdo de un determinado evento infantil puede verse afectado por el desarrollo de nuevas creencias religiosas o políticas o nuevos sentimientos acerca de las personas que participaron en la creación de esa memoria.
En esencia, nuestros recuerdos están moldeados por nuestros prejuicios, que pueden incluir desde posiciones sobre asuntos políticos prominentes hasta el estado de ánimo en el que nos encontramos cuando reflexionamos sobre un recuerdo. A medida que intentamos recordar los recuerdos, y especialmente los de las profundidades de nuestro banco de memoria, los colocamos a través de un filtro que se ve afectado por nuestras experiencias, creencias, conocimiento y emociones.
6. Transitoriedad
La transitoriedad implica el olvido de eventos, nombres, lugares e ideas a lo largo del tiempo, incluidos períodos largos o cortos. Esto es perfectamente normal, ya que la mayoría de las personas no tienen la funcionalidad cerebral necesaria para absorber inmediatamente cada pequeño detalle que uno escucha en un día normal.
Tome, por ejemplo, estar en una clase de historia y escuchar la fecha y el lugar del nacimiento de George Washington. Si bien puede ser problemático olvidar estos detalles después de escucharlos por quinta o sexta vez, nadie esperaría que recuerde esta información después de escucharla por una sola vez. Además, este es el tipo de información que tiende a desaparecer de nuestros bancos de memoria con bastante facilidad y rapidez. Eso es perfectamente normal.