5 maneras relajantes para aliviar los calambres musculares

Ser despertado en el medio de la noche por el dolor de un calambre muscular en la pantorrilla o el pie es algo que la mayoría de las personas sabe muy bien. O tal vez uno ha ocurrido en medio de un intenso entrenamiento o carrera nocturna. Definido como "un músculo contraído involuntariamente y forzado que no se relaja", los calambres, que a veces se denominan "caballos charley", pueden ser causados ​​por muchas cosas diferentes, como mala circulación, fatiga muscular, deshidratación o como una efecto secundario de ciertos medicamentos.

Afortunadamente, los calambres musculares tienden a durar solo por un breve período de tiempo, desde un par de segundos hasta alrededor de 15 minutos. Y con la ayuda de estos cinco remedios caseros, volverá a sus actividades habituales de nuevo en muy poco tiempo.

1. Estirar

A pesar de lo doloroso que pueda ser el calambre, una de las mejores maneras de ayudarlo a pasar es estirar el músculo. La Clínica Mayo sugiere colocar su peso sobre la pierna abarrotada y doblar ligeramente la rodilla, mientras está de pie. Si la posición de pie resulta demasiado dolorosa, la fuente recomienda sentarse en el piso o en una silla y extender la pierna apretada.

Aunque es menos común, los calambres también pueden ocurrir en la parte posterior del muslo (isquiotibiales) o en el muslo delantero (cuádriceps). Para el alivio de un tendón de la corva contraído, la Clínica Mayo dice que intente "tirar de la parte superior del lado afectado hacia la cabeza mientras la pierna permanece enderezada". Para los espasmos del cuádriceps, aconsejan usar una silla para ayudar con el equilibrio. al tirar del pie de la pierna apretada hacia la parte trasera.

2. Aplicar calor o frío

El calor de una almohadilla eléctrica o un paño caliente sobre el músculo afectado puede ayudar a relajar un calambre al aumentar el flujo de sangre al área. La revista Best Health recomienda aplicar el calor en intervalos de 20 minutos, con descansos de 20 minutos en el medio, hasta que el calambre ceda.

Alternativamente, intente colocar una compresa de hielo sobre el músculo abarrotado y masajearlo simultáneamente. Puede hacer esto varias veces al día para ayudar a aliviar la hinchazón y el dolor que el espasmo puede haber causado.

3. Hidratar

Debido a que una de las causas más comunes de los calambres musculares es la deshidratación, es posible ayudarlo a disminuir al consumir muchos líquidos, particularmente agua o una bebida deportiva que contenga electrolitos. Sin embargo, tendrá que practicar más paciencia con este método, ya que Healthline.com dice que puede tomar más tiempo que otros para resolver el problema.

Para aquellos que son propensos a los espasmos regulares, mantenerse hidratado es uno de los métodos más efectivos de prevención. La Clínica Mayo dice que esto se debe a que "los fluidos ayudan a que tus músculos se contraigan y se relajen y mantienen las células musculares hidratadas y menos irritables".

4. Restaurar electrolitos

Los calambres musculares frecuentes también pueden ser una indicación de un desequilibrio electrolítico dentro del cuerpo. Los niveles bajos de estos minerales, que incluyen potasio, sodio, calcio y magnesio, pueden evitar que los músculos se contraigan normalmente, causando espasmos.

Si se produce un calambre, intente abordarlo con alimentos. Aperitivos de alimentos ricos en magnesio como aguacates, anacardos o chocolate negro. O consuma alimentos ricos en potasio como plátanos, naranjas y melones. La mayoría de los productos lácteos (leche, yogur y queso) también se pueden consumir rápidamente para obtener una dosis efectiva de calcio.

5. Aplicar sal de Epsom

Al igual que con una almohadilla térmica o un paño caliente, el calor de una ducha o baño puede aliviar un calambre muscular al estimular la circulación sanguínea en el área afectada.

Healthline.com dice que la aplicación de magnesio en el exterior del cuerpo, a través del uso de sales de Epsom, es otro tratamiento efectivo a menudo recomendado por entrenadores personales, entrenadores y fisioterapeutas. Se puede poner en un paño caliente y presionar contra el músculo apretado, o agregarlo a una bañera de agua caliente para sumergirse.