6 consejos para comenzar a meditar
La meditación, por definición, es simplemente crear conciencia. Los expertos en yogui acuerdan que cualquier actividad enfocada sin distracción se clasifica como meditación. Sin embargo, con demasiada frecuencia consideramos que la meditación es una rutina desalentadora, complicada y espiritual, y estamos desanimados antes de siquiera comenzar. Afortunadamente, ¡la meditación no tiene que ser tan difícil! Según Zoran Josipovic, investigador científico de la Universidad de Nueva York, que realizó resonancias magnéticas en los cerebros de los monjes meditadores, hay muchos beneficios que estimulan el cerebro para meditar, incluido el desarrollo del enfoque, lo que lleva a una existencia más tranquila y feliz.
Si aún no está convencido, aquí hay seis consejos para comenzar con una práctica de meditación ...
1. Siéntate cómodamente
La meditación budista tradicional lo alienta a meditar en una postura de loto llena, con las piernas cruzadas y con cada pie apoyado en el muslo opuesto. Sin embargo, la manera más fácil de distraer tu mente con los músculos que gritan es sentarte en una posición que te cause dolor. La mayoría de los instructores de yoga simplemente le pedirán que cruce las piernas o se siente cómodamente sin dolor.
Esto significa que debe priorizar su comodidad y sentarse de forma natural y cómoda para usted. Para empezar, el verdadero objetivo es enfocar su atención en su mente en lugar de su cuerpo. No importa cómo te veas o cómo llegues allí, siempre y cuando lo hagas de manera segura. Siempre puede trabajar hacia las posturas recomendadas a tiempo.
2. Enfócate en tu respiración
Si alguien te pide que no pienses, es difícil olvidarte. Todos los pequeños pensamientos y estreses del día fácilmente entran en tu mente, y de repente te bombardean con una lista de cada pequeña cosa que tienes que hacer después de que terminas de meditar. En lugar de tratar de apagar tu mente por completo, concéntrate en tu respiración.
El Dr. Adam Burke, psicólogo investigador y profesor asistente que estudia los patrones de ondas cerebrales durante la meditación en la Universidad Estatal de San Francisco, en California, "La meditación es el estudio de la atención ... la respiración funciona ... a los patrones de respiración". A medida que se concentra en su respiración, cuente hasta 4 lentamente en su inhalación, y luego cuente hasta 6 lentamente al exhalar mientras cuenta el total de respiraciones que toma. De esta manera, tus pensamientos se mantienen centrados en la respiración y lejos del caos de la conciencia cotidiana.
3. Medita en la música
Investigadores del Instituto de Educación de la Universidad de Londres descubrieron que cuando se trata de meditación o desarrollo intelectual de cualquier tipo, la música puede llevarte allí. Escuchar música instrumental mientras medita ayudará a los nuevos en la práctica a centrar sus pensamientos en algo simple, ya que se concentran en la respiración. Intenta sincronizar tu aliento con el ritmo de la música.
Este patrón rítmico puede ayudar a guiar su respiración y su mente a través de una canción. Si puedes escuchar solo una canción como esta, le has dado a tu cerebro un merecido respiro durante al menos unos minutos. Puede que no sea una sesión de 1 hora perfecta, pero respirar junto a la música puede ayudarlo a desarrollar las habilidades necesarias para una meditación más prolongada.
4. Comience con intervalos pequeños
Sentarse quieto por más de unos minutos es desalentador para muchas personas. Mientras más difícilmente tratemos de dejar de lado un cierto bloque de tiempo para meditar, más difícil es seguirlo. Es común dejarse llevar en su día y perder la hora que había reservado como su tiempo tranquilo. Pero la meditación no tiene que ser un gran compromiso de tiempo.
De hecho, Transcendental Meditation Canada, fundada por Maharishi Mahesh Yogi, la ampliamente reconocida autoridad en meditación, recomienda solo 20 minutos de práctica diaria. Desarrolle su práctica de meditación gradualmente, mientras se prepara su café de la mañana, mientras se cepilla los dientes o durante la duración de una canción. Incluso unos pocos minutos en su día pueden ayudar a limpiar su mente y ayudarlo a flexionar sus músculos de enfoque.
5. El verdadero objetivo de la meditación
En el siglo XXI, la información está disponible donde quiera que vayamos, y nuestra energía y atención se demandan y se dividen como nunca antes. Hoy en día, nuestros pensamientos van y vienen a tasas récord y cerrar completamente eso puede ser poco realista. Todos meditamos por diferentes razones: algunas espirituales, otras para la relajación pura, otras para ambas.
Según el psicólogo Dr. Mike Brooks, radicado en Austin, el Director del Centro de Evaluación y Psicología de Austin, en Texas, el objetivo de la meditación a menudo se malinterpreta. En lugar de soltar por completo nuestros pensamientos para lograr un estado de iluminación, la mediación debe considerarse un poderoso conjunto de técnicas para calmar y aquietar la mente utilizando un modo de conciencia donde el practicante se centra en una cosa: sentarse y respirar en vez de estar activo pensando.
6. No te frustres
A medida que aprende a mediar, recuerde ser amable consigo mismo. Después de todo, tú y tu mente merecen un descanso del caos lleno de pensamientos del mundo, y frustrarte solo hará más daño que bien a medida que aprendes a frenar. Confíe en que la meditación será más fácil y otórguese el permiso para progresar en una práctica que le conducirá a beneficios psicológicos que persistirán durante todo el día.
Tómelo de un estudio de la Universidad de Harvard que supervisó a un grupo de participantes que participan en un programa de meditación de atención plena de 8 semanas. Los neurocientíficos realizaron resonancias magnéticas en los participantes para documentar cómo la meditación causó cambios masivos y positivos en la estructura del cerebro. Los resultados revelaron que solo 27 minutos de mediación cada día estimularon un aumento importante en la densidad de la materia gris en el hipocampo, promoviendo una introspección más profunda, compasión y autoconciencia que duró todo el día después de la meditación.