7 Opciones de tratamiento para la artritis reumatoide juvenil

Diga la palabra "artritis" y la mayoría de la gente piensa que el dolor articular afecta a adultos de mediana edad y mayores. Desafortunadamente, no solo las personas de estos grupos de edad sufren del dolor asociado con la artritis. De hecho, muchos jóvenes luchan con lo que se conoce como artritis reumatoide juvenil, que es el tipo más común de artritis en niños menores de 17 años. Julio es el mes de la artritis reumatoide juvenil, por lo que no hay mejor momento para explorar esta afección.

La artritis reumatoide juvenil presenta una serie de síntomas, desde dolor articular constante hasta hinchazón y rigidez que pueden hacer incluso actividades cotidianas casuales, como caminar a la escuela o andar en bicicleta, lo cual es extremadamente difícil. Y aunque algunos niños experimentarán artritis reumatoide juvenil por un período breve, como unos pocos meses, otros enfrentarán el tratamiento de esta afección durante toda su vida. Afortunadamente, hay una serie de opciones de tratamiento para estos pacientes jóvenes.

1. Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE)

Al recibir un diagnóstico de artritis reumatoide juvenil, a muchos pacientes se les recetarán medicamentos para ayudarlos a sobrellevar la afección a menudo dolorosa. El primer y más accesible tipo de medicamento recetado a estas personas son los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, también conocidos como AINE.

Como su nombre indica, los AINE están diseñados para aliviar los síntomas asociados con la artritis reumatoide juvenil mediante la reducción de la inflamación, en este caso de las articulaciones. Muchos AINE están disponibles sin receta médica, lo que significa que ni siquiera requieren una receta médica. Los ejemplos incluyen ibuprofeno (Advil y Motrin) y naproxeno (Aleve). Los efectos secundarios, que generalmente son mínimos, incluyen náuseas y problemas con el hígado.

2. Medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (DMARD)

Si un paciente joven que trata con artritis reumatoide juvenil necesita algo más poderoso para combatir el dolor asociado con esta condición, su médico de cabecera puede recetar medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad o DMARD. Los ejemplos de DMARD incluyen metotrexato (Trexall) y sulfasalazina (azulfidina).

A veces, un médico alentará a su paciente a tomar DMARD además de los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos o NSAID. Y aunque los DMARD son generalmente más potentes que los NSAID, los efectos secundarios son bastante similares: malestar estomacal y, en caso de que se tomaran en exceso, problemas hepáticos.

3. Bloqueadores del factor de necrosis tumoral (TNF)

Los bloqueadores del factor de necrosis tumoral a menudo son prescritos por médicos a pacientes que sufren los efectos de la artritis reumatoide juvenil. Esto se debe a que los FNT pueden restringir eficazmente muchos de los síntomas asociados con la afección, desde la rigidez en las horas de la mañana hasta el dolor de las articulaciones hinchadas durante el último día.

Desafortunadamente, los bloqueadores del factor de necrosis tumoral tienen efectos secundarios más significativos que los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, que pueden causar náuseas en algunos pacientes. A diferencia de los AINE, los FNT aumentan las posibilidades de que un paciente sufra problemas de salud aún más importantes, incluidos cánceres como el linfoma. Por esta razón, los médicos no pueden recetar TNF a menos que el caso de la artritis reumatoide juvenil se considere particularmente grave y doloroso.

4. Supresores del sistema inmunitario

Difícilmente podría culpar a alguien por preguntarse por qué un médico le recetaría medicamentos diseñados para suprimir realmente la actividad del sistema inmunológico de una persona si están luchando contra una condición dolorosa como la artritis reumatoide juvenil. Pero hay una buena razón por la que los médicos recurren a este tipo de medicamentos: porque pueden limitar efectivamente la posibilidad de que el sistema inmunitario de un paciente con artritis reumatoide juvenil ataque células sanas e intensifique la afección.

Hay varios supresores del sistema inmunitario prevalentes, que incluyen abatacept (Orencia), rituximab (Rituxin), anakinra (Kineret) y tocilizumab (Actemra). Al igual que los TNF, sí tienen algunos efectos secundarios potenciales importantes, que incluyen la infección general del cáncer.

5. Corticosteroides

Una forma mucho más potente de contrarrestar los síntomas de la artritis reumatoide juvenil implica el uso de medicamentos con corticosteroides, como la prednisona. Los corticosteroides a menudo son recetados por un médico mientras su paciente espera que los medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad entren en vigencia.

Si se recetan medicamentos con corticosteroides, lo más probable es que se usen por poco tiempo. Esto se debe a que se ha demostrado que estas drogas causan dificultades de crecimiento y aumentan las posibilidades de infección. Los pacientes con artritis reumatoide juvenil que usan corticosteroides recibirán estos medicamentos por vía oral o mediante una inyección en una articulación problemática.

6. Fisioterapia

Muchos adultos mayores que luchan contra la artritis reumatoide encuentran que la fisioterapia puede ayudar a aliviar el dolor articular y muscular. La situación no es diferente para quienes se ocupan de la artritis reumatoide juvenil, que afecta a niños menores de 17 años: los fisioterapeutas y los terapeutas ocupacionales tienen una variedad de ejercicios que pueden mejorar el rango de movimiento, mejorar el tono muscular y ayudar a los pacientes jóvenes a superar la flexibilidad restringida y reducir dolor e hinchazón

Además, un fisioterapeuta o terapeuta ocupacional puede proporcionarle a un niño con artritis reumatoide juvenil equipo de protección o equipo de ejercicio que pueda ayudarlo a desarrollar fuerza cuando esté en su casa; por ejemplo, los soportes para las articulaciones y las férulas pueden ayudar a proteger las articulaciones dolorosas y mejorar la funcionalidad general.

7. Cirugía

En términos generales, la cirugía será la última opción de tratamiento en los casos de artritis reumatoide juvenil. Antes de considerar esta opción bastante extrema, un médico, con toda probabilidad, prescribirá terapia física, una variedad de medicamentos e incluso cambios en la dieta.

Sin embargo, si estos métodos no logran hacer una diferencia en la vida del paciente, un médico puede considerar un procedimiento quirúrgico capaz de mejorar la posición de la articulación, mejorando la amplitud de movimiento y, con el tiempo, reduciendo el dolor y la incomodidad. Sin embargo, dado que la cirugía a menudo conlleva un riesgo significativo de complicaciones y puede implicar un tiempo de recuperación largo y doloroso, debe seguir siendo la última opción del médico.