¿Es su hogar un ambiente tóxico?
Su hogar, hogar dulce, el lugar donde cuelga su sombrero y descansa sus huesos cansados después de un arduo día de trabajo, está destinado a alimentar su salud y felicidad. Sin embargo, sin el conocimiento de muchos, el hogar puede influir en los malos hábitos y alentar la mala salud si fomenta un estilo de vida sedentario, malas elecciones de alimentos y otros comportamientos no saludables.
Aquí hay nueve formas de asegurarse de que su hogar no sea un caldo de cultivo para la mala salud:
1. Baje la temperatura
¿Sabía que poner su termostato demasiado alto en realidad lo atribuye al aumento de peso? Así afirma un estudio publicado en la revista Trends in Endocrinology & Metabolism, que establece que si su calefacción permanece en los cómodos años 70 (o zona de 21 grados centígrados) sus ocupantes tienen más probabilidades de ser obesos porque el cuerpo no está activando la grasa de la frente, que estimula el metabolismo y desembolsa las calorías necesarias para calentarse. Ahora esa es la razón para mantenerlo fresco y ponerse un jersey si es necesario.
2. Limite el número de pantallas
Si los monitores, televisores y pantallas de computadora (en su sala de estar, comedor, cocina, sótano y dormitorio) lo rodean constantemente, un estudio de PLOS One (de la Biblioteca Pública de Ciencias) advierte que está exacerbando el riesgo de obesidad. distrayéndote de la actividad con hábitos sedentarios. Hágase un favor y limite el tiempo de televisión y computadora cada noche, Y saque la TV del dormitorio.
3. Nix comidas estilo familiar
Es agradable reunirse para una comida semanal de estilo familiar donde los cuencos y platos se pasan alrededor de la mesa. Sin embargo, mantener los platos de cuencos y cazuelas al alcance de la mano alienta a comer en exceso, incluso si no tiene mucha hambre. Los científicos de la Universidad de Cornell sugieren preparar un plato de comida directamente de ollas y sartenes y luego almacenar el resto de la comida para que su cuerpo pueda sentirse lleno naturalmente antes de regresar por unos segundos.
4. Busca amigos afines
Los doctores en el Centro de Investigación de Obesidad de Nutrición de Colorado recomiendan que analicemos de manera crítica a nuestro grupo social, porque tendemos a adoptar hábitos similares. Eso significa que si la mayoría de sus amigos llevan un estilo de vida sedentario lleno de comida rápida, beber cerveza y mirar películas; es probable que sigas el paquete. En lugar de abandonar todo, conviene pasar tiempo con amigos que llevan vidas activas y nutritivas con más frecuencia.
5. No haga Chillax después del trabajo
Si su rutina es volver a casa del trabajo, ponerse el pijama y cenar en el sofá frente al televisor: se está preparando para un estilo de vida sedentario y el inevitable aumento de peso que conlleva ese estilo de vida. En cambio, acostúmbrese a mantener su ropa activa para que pueda dar un paseo rápido después de la cena.
6. Mantenga la comida fuera de la vista
Realmente hay una mentalidad de ver y anhelar la comida, a pesar de que realmente tengas hambre o no. De acuerdo con los científicos de Preventative and Behavioral Medicine de la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts, si sus alacenas y mostradores están llenos de comida, será difícil evitar las meriendas sin sentido y alentar a comer en exceso. Incluso las casas con estanterías expuestas lo preparan para no resistir las señales visuales que le dicen que coma. Si desea abastecerse, mantenga la comida detrás de armarios cerrados o almacene en una despensa del sótano, fuera de la vista, fuera de la mente.
7. Mostrar bocadillos saludables
Si bien los investigadores sugieren mantener la comida chatarra a puerta cerrada, exhibir frutas y verduras saludables lo alentará a alcanzar esos alimentos cuando anhela bocadillos. Eso significa guardar las frutas (es decir, manzanas, naranjas, peras, plátanos) en un recipiente listo para tomar a plena vista y no en el refrigerador donde a menudo se olvida.
8. ¡Mira el tamaño de esas placas!
¿Tus platos se parecen a los platos de servir? ¿Sus cuencos tendrán un ½ litro de helado? Un estudio de Cornell recomienda platos pequeños para mantener las porciones bajo control después de que un estudio descubrió que los platos y cuencos más grandes fomentaban un aumento del 44 por ciento en calorías, ¡por comida! Los tazones de tamaño regular no deben tener más de 20 onzas, mientras que los platos deben tener menos de 10 pulgadas de diámetro.
9. Let the Sunshine In ...
¿Tu habitación está apagada por la mañana? ¿Pasas el día con las persianas cerradas? La investigación publicada en International Journal of Endocrinology sugiere que la falta de luz natural estimula los antojos de comida chatarra e interrumpe los patrones de sueño, debido a niveles bajos de leptina (la hormona desencadenante de la plenitud) y alta ghrelina (la hormona que estimula el hambre). Asegúrese de bañarse con la luz solar natural tanto como pueda durante el día.
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