6 Comportamientos de individuos emocionalmente fuertes
Cambio. Algunas personas lo toman con calma mientras que otros hacen pucheros, lloran, refunfuñan y luchan en cada paso del camino. Pero, ¿alguna vez se ha preguntado por qué algunas personas son capaces de avanzar con los golpes, mientras que otras se desmoronan ante la simple mención de un cambio inminente?
La adaptabilidad frente al estrés, los períodos de inestabilidad y cambio es una práctica en la capacidad de recuperación emocional, y aunque puede haber algunas razones biológicas detrás de la fuerza emocional innata, los siguientes seis comportamientos pueden ayudarnos a todos a desarrollar una mejor resistencia emocional y manejar cualquier cambio que viene en nuestro camino ...
1. Enfoca tu atención en lo positivo
Su instructor de yoga podría decirle que, "La energía fluye hacia donde va la atención", lo que puede sonar esponjoso al principio. Sin embargo, los investigadores de psicología de la Universidad de Carolina del Norte han encontrado algún mérito detrás del hecho de que los pensamientos positivos en realidad pueden crear un valor real en su vida y ayudarlo a desarrollar fortaleza emocional.
De hecho, la investigación descubrió que las personas que experimentan emociones positivas, como el amor, la alegría, la gratitud y la satisfacción con la vida, tienden a ver la vida con mayores posibilidades, lo que amplía el sentido general de oportunidad.
2. Abrazar la incertidumbre
A menudo, frente al cambio, una gran cantidad de estrés indebido surge de la duda sobre uno mismo, según el autor, Steven Pressfield, quien escribió Do The Work! Supere la resistencia y salga de su propio camino . La duda a menudo nos obliga a mantenernos firmes ante los hábitos y roles obsoletos, y racionalizar una situación que se ajuste a nuestro estado emocional porque tememos fracasar, quedar mal o asumir la responsabilidad por más de lo que creemos que podemos manejar.
Por ejemplo, introducir un nuevo proceso en la oficina puede generar sentimientos de vacilación debido a la falta de familiaridad. Puede sentir que tener que dejar atrás un viejo rol en el que destacó para aprender algo nuevo podría abrirlo para que parezca no calificado. La tendencia a resistir lo nuevo y desconocido de la vieja forma de hacer las cosas tiene mucho que ver con el miedo a parecer incompetente. Sin embargo, aceptar el cambio no se trata de rendirse y sentirse abrumado por la duda: se trata de experimentar algo nuevo con el conocimiento de que puedes adaptarte y fortalecerte (incluso aprender nuevas habilidades) al abrazar el cambio.
3. Practica la autocompasión
La mayoría de nosotros estamos acostumbrados a ofrecer compasión a los demás frente al estrés o la tragedia, sin embargo, cuando se trata de otorgarnos esa misma autocompasión a nosotros mismos, a menudo criticamos y nos golpeamos mentalmente. La investigación de la Universidad de Texas, en Austin, establece una correlación directa entre la autocompasión y la salud mental flexible.
De hecho, la Dra. Kristen Neff, Profesora Asociada en Desarrollo Humano y Cultura, Departamento de Psicología Educativa en la Universidad de Texas, afirma que es importante mantener nuestras emociones en equilibrio cuando la vida no sale según lo planeado. Eso, según el Dr. Neff, adopta un enfoque de 3 niveles, que consiste en reconocer tu propio sufrimiento (y la autocrítica y el juicio asociado), recordar que eres humano y que la imperfección es parte de eso, y finalmente, para practicar la compasión hacia usted mismo, lo que puede incluir no tener todas las respuestas a un desafío en este momento!
4. Una prueba de fuerza de voluntad
¿Sin duda has oído hablar del famoso experimento de marshmallow de la Universidad de Stanford? El estudio presentó a los niños con malvaviscos en una prueba de control de los impulsos. A cada niño se le dio un dulce con la promesa de que si esperaban (y no comían el malvavisco frente a ellos) les daría un segundo malvavisco. Los investigadores luego dejaron a los niños con su único malvavisco para ver qué sucedía.
El estudio de Stanford probó la capacidad de detenerse y considerar una acción antes de dejar que el deseo puro se hiciera cargo. Puede ser la diferencia entre volar fuera de control o permitir una pausa para evaluar su mejor curso de acción en el largo plazo. Los hallazgos del estudio de Stanford mostraron que los niños que retrasaban la gratificación controlando sus impulsos de malvavisco podían desarrollar la capacidad de elegir acciones que estuvieran mejor alineadas con sus objetivos.
5. Déjate experimentar la incomodidad
Como puede adivinar, cuanto más resistente emocionalmente sea, mejor podrá tolerar la incomodidad frente a la ansiedad, la novedad y el cambio. Según Nicole Urdang, psicoterapeuta y consejera de salud mental con sede en Buffalo, Nueva York, los humanos son naturalmente propensos a evitar el dolor y buscar placer.
Sin embargo, la capacidad de sentarse con incomodidad no solo te ayuda a aceptar un cambio que no puedes controlar, sino también a hacer las paces con él, experimentar menos frustración con él y, al final, aprender a aceptarlo.
6. Obtenga una perspectiva valiosa
Hay mucha verdad en la analogía de la guerra: cuando estás en lo profundo de las trincheras, es difícil ver la imagen más grande. Cuando nos enfrentamos a una situación desafiante, es natural que nuestra lucha o respuesta de vuelo tome el control. Sin embargo, usar el poder del tiempo como su aliado puede ayudarlo a ver más allá del malestar a corto plazo y reconocer las posibilidades más grandiosas que existen.
De acuerdo con los científicos de psicología de la Kellogg School y la Carlson School of Management de la Universidad de Minnesota, la retrospectiva es realmente 20-20 gracias a un fenómeno denominado "sesgo de retrospectiva", que se deriva de la negativa a detenerse y examinar por qué el cambio está sucediendo. Recuerde, sentir una emoción no es lo mismo que quedar atrapado en ella. Así que tómese el tiempo adecuado, déjese reaccionar, adaptarse y acepte el cambio a medida que ofrece autocompasión. Al final te volverás más fuerte emocionalmente.