9 consejos para sobrellevar el síndrome del intestino irritable (SII)

Nada puede arruinar una agradable velada con amigos y seres queridos, como una batalla contra el síndrome del intestino irritable o IBS, una afección que puede hacer que el proceso digestivo sea altamente impredecible, incómodo e incluso doloroso.

IBS se puede tratar con medicamentos, pero también hay varias formas relativamente sencillas de controlar esta condición problemática. La clave es planear constantemente y mantener los efectos secundarios del síndrome del intestino irritable en todo momento. Entonces, ¿qué puede hacer específicamente para administrar el SII de manera más efectiva?

1. Administre su dieta

La forma más obvia de prevenir los brotes del síndrome del intestino irritable es administrar cuidadosamente su dieta. Eso significa llevar un diario detallado que describe qué alimentos tienden a hacer que te sientas incómodo o con dolor poco después de comer.

Esto también puede requerir que pregunte sobre ciertos alimentos que no ha preparado personalmente, como cuando visita un restaurante. No dude en llamar y preguntar sobre los ingredientes de un plato después, ya que podría ayudarlo a evitar problemas en el futuro.

2. Mira tu Fibra

Durante años, nos dijeron que todos deberíamos obtener mucha fibra para mantenernos llenos, mantenernos regulares y sentirnos mejor. Pero para las personas con síndrome de intestino irritable, la fibra es un tema complicado. Según una investigación de American Family Physician, eso se debe a que ciertos tipos de fibra pueden presentar problemas graves, mientras que otros pueden ayudar a aliviar los síntomas asociados con el SII.

Hay dos tipos de fibra: fibra insoluble y fibra soluble. La fibra insoluble no se disuelve en agua, mientras que la fibra soluble sí lo hace. La fibra soluble, que incluye avena, cebada, centeno y más, puede presentar problemas para las personas que sufren de estreñimiento. Mientras tanto, las personas que lidian con diarrea deben considerar evitar la fibra insoluble que se encuentra en alimentos como nueces, semillas y salvado.

3. Rastrea tu FODMAP

Si nunca has oído hablar de él, FODMAP es un acrónimo que, cuando se descompone, significa oligosacáridos fermentables, disacáridos, monosacáridos y polioles. En resumen, estos son hidratos de carbono que el cuerpo puede tener problemas para descomponerse en el sistema digestivo, lo que provoca hinchazón y malestar significativos.

Es por eso que los médicos a menudo recomiendan que los pacientes con SII sigan una dieta baja en FODMAP, lo que significa que evitan alimentos como frutas, verduras, leche, productos de trigo y frijoles. Sin embargo, debido a que su caso particular de IBS casi seguro es único para usted, es importante planificar su dieta baja en FODMAP con la ayuda de un dietista profesional.

4. Tómate tu tiempo

La indigestión, el malestar estomacal y otros problemas digestivos a menudo se atribuyen a los alimentos en sí, pero a veces los comportamientos de alimentación simples pueden provocar golpes en el camino. Por ejemplo, surgen problemas cuando las personas comen demasiado rápido.

Eso es porque la comida rápida obliga al cuerpo a manejar una gran cantidad de alimentos, todo a la vez. Es el equivalente a un atasco de tráfico en el cuerpo, y puede conducir a todo tipo de problemas graves, incluso para las personas que no padecen el síndrome del intestino irritable. Es por eso que a las personas con SII se les recomienda tomarse su tiempo mientras comen.

5. Programe sus comidas

Una parte clave del manejo del síndrome del intestino irritable consiste en planificar sus comidas y asegurarse de evitar saltarse las comidas o dejar un período prolongado entre las comidas. Puede que no parezca una gran cosa dejarlo una o dos horas más antes de comer, pero al hacerlo, puede disminuir los niveles de azúcar en la sangre.

Y desafortunadamente, esto puede terminar dejándote especialmente hambriento y aumentando tus posibilidades de a) comer rápidamente, o b) comer alimentos que deberías evitar. Por lo tanto, para ayudar a controlar los síntomas asociados con el SII, comer a intervalos regulares y evitar dejar largos espacios de tiempo entre las comidas.

6. Bebe

La digestión adecuada requiere lubricación. Y eso significa beber suficientes líquidos durante todo el día. Por supuesto, el mejor líquido para consumir es agua; para las personas con síndrome de intestino irritable, es ideal que beba al menos siete u ocho tazas de agua durante el transcurso del día.

Otras bebidas, como bebidas deportivas, frutas y verduras, y té o café pueden ayudar, pero muchas de estas bebidas contienen azúcar y cafeína, lo que puede complicar las cosas e incluso empeorar los síntomas asociados con el SII.

7. Evita las bebidas gaseosas

Las bebidas altamente carbonatadas, como las gaseosas, la cerveza, el vino espumoso y el agua de soda, pueden dejar a cualquiera que se sienta hinchado y lleno de gases. Es por eso que es tan importante que las personas con síndrome de intestino irritable eviten estas bebidas gaseosas, que pueden servir para agravar los problemas que presentan ciertos alimentos.

Las personas con SII no deberían sentirse obligadas a evitar por completo las bebidas carbonatadas, que, reconozcámoslo, son algunas de las bebidas más populares y ampliamente disponibles en el mundo. Sin embargo, limite el consumo. Por ejemplo, si le preocupa que una determinada comida pueda causar gases o hinchazón, vaya con el vaso de agua de manantial en lugar de la gaseosa dietética.

8. Administrar el estrés

Sorprendentemente, uno de los desencadenantes principales del síndrome del intestino irritable, el estrés, no puede tener prácticamente nada que ver con los alimentos o bebidas que uno pone en su cuerpo. Según WebMD.com, el estrés asociado con la ansiedad (causado por problemas profesionales o personales) puede tener un efecto directo en el funcionamiento del proceso digestivo y empeorar los síntomas del SII.

Para ayudar a controlar el estrés, busque y practique actividades que encuentre que efectivamente reducen su ansiedad. Esto puede ir desde el ejercicio físico, como correr o practicar deportes en equipo, hasta la lectura, el yoga, la meditación o la reproducción de videojuegos.

9. Pruebe Probióticos

Los expertos en salud y los estudios realizados por los Institutos Nacionales de Salud sugieren que los probióticos, o suplementos dietéticos que afirman ayudar a la digestión saludable, pueden ayudar a aliviar los síntomas asociados con el síndrome del intestino irritable. Los probióticos, que son popularmente conocidos por contener "bacterias amigables", se pueden encontrar en una variedad de alimentos, como el yogur.

Por supuesto, los probióticos pueden afectar a diferentes personas de diferentes maneras. Al igual que con cualquier cambio significativo en la dieta, debe ser administrado con la ayuda de un experto profesional en salud, como un médico de familia o dietista. Asegúrese de introducir los probióticos lentamente durante un período de tiempo determinado, como de cuatro a seis semanas.