6 tratamientos para la esclerodermia
La esclerodermia es un tipo de enfermedad de la piel que puede provocar que la piel se vuelva anormalmente dura y apretada, lo que a veces provoca enrojecimiento, malestar y dolor. En muchos casos, la esclerodermia afecta solo a la piel, pero técnicamente también puede afectar los tejidos conectivos debajo de la piel, incluidos los vasos sanguíneos e incluso los órganos internos.
Debido a que la esclerodermia puede afectar tantas partes diferentes del cuerpo, los síntomas asociados varían ampliamente de persona a persona. Además, tiende a mostrarse de manera diferente en las mujeres que en los hombres y es más probable que afecte a las mujeres. También es más probable que surja en personas entre las edades de 30 y 50. Desafortunadamente, no existe una cura integral para la esclerodermia, pero hay una serie de tratamientos que pueden marcar una diferencia significativa para mejorar la calidad de vida general del paciente.
1. Medicamentos que dilatan los vasos sanguíneos
Debido a que la esclerodermia a menudo va más allá de afectar la piel (generalmente haciéndola más dura y más apretada) en el área debajo de la piel, los médicos pueden recetar medicamentos diseñados para ayudar a dilatar los vasos sanguíneos del cuerpo.
Estos medicamentos serán familiares para cualquiera que haya tenido problemas con la presión arterial alta. Esto se debe a que el objetivo común es la dilatación de los vasos sanguíneos, un proceso que puede reducir el riesgo de que la esclerodermia se vuelva más problemática al afectar a los órganos principales, como los pulmones y los riñones. Vale la pena señalar que, una vez que estos tipos de órganos principales se ven afectados por la enfermedad, puede ser difícil revertir el daño.
2. Supresores del sistema inmunológico
En términos generales, nuestro sistema inmune es uno de nuestros mayores aliados en la lucha constante contra las infecciones y las enfermedades. En la mayoría de los casos, si nuestro sistema inmunitario es fuerte y puede reaccionar rápidamente a una amenaza, nuestros cuerpos estarán en una mejor posición para luchar contra el problema y mantener nuestra salud física general.
Pero a veces nuestro sistema inmune puede presentarnos problemas. Tomemos, por ejemplo, cuando a una persona se le diagnostica esclerodermia. En este caso, el sistema inmune puede reaccionar de una manera que deja al individuo menos sano que antes, al igual que cuando un nuevo órgano se introduce en el cuerpo a través del trasplante de órgano o el proceso de donación. Para aliviar muchas de las condiciones asociadas con la esclerodermia, los médicos pueden recetar medicamentos diseñados para ayudar a suprimir el sistema inmune y garantizar que el sistema reaccione de una manera que conduzca a resultados más positivos.
3. Antibióticos
En la actualidad, los proveedores de atención médica de todo el mundo están dejando de usar antibióticos. Esto se debe a que la prescripción excesiva de antibióticos en el pasado ha permitido que muchos insectos se vuelvan resistentes incluso a los antibióticos más recientes y más potentes.
Sin embargo, debido a que la esclerodermia puede provocar la ruptura de la piel y la aparición de llagas abiertas visibles, a menudo es necesario que los médicos receten antibióticos. Esto se debe a que los problemas de la piel, como las llagas, aumentan enormemente el riesgo de infección, que si no se trata podría dar lugar a la necesidad de amputación.
4. analgésicos
La esclerodermia puede afectar muchas partes del cuerpo, pero es más probable que surja a través del endurecimiento y endurecimiento de la piel. Aunque las condiciones varían de paciente a paciente, tiene el potencial de afectar grandes áreas del cuerpo.
El resultado puede ser una incomodidad y dolor constantes para el paciente con esclerodermia y este dolor puede ser aún más intenso si la afección se extiende debajo de la piel hacia los tejidos conectivos, los vasos sanguíneos y los órganos principales. Por esta razón, a la mayoría de los pacientes con esclerodermia se les receta algún tipo de analgésico. Al principio, estos analgésicos pueden ser sus productos de venta libre típicos, como el paracetamol o el naproxeno, pero si la enfermedad se contagia o empeora, un médico puede recetarle analgésicos más potentes.
5. Fisioterapia
Al provocar el endurecimiento y el endurecimiento de la piel, la esclerodermia puede hacer que los movimientos pequeños y simples sean increíblemente difíciles y dolorosos. Esta incomodidad y dolor solo se intensifica si la enfermedad se extiende más allá de la piel hacia el tejido subyacente y los órganos principales.
Por esta razón, a menudo se requiere que los pacientes con esclerodermia visiten a un fisioterapeuta regularmente. Al trabajar con un fisioterapeuta para estirar las áreas afectadas del cuerpo, un paciente con esclerodermia puede mejorar su fuerza y flexibilidad y manejar mejor su dolor. En general, esto puede ayudar a un paciente a mantener un estilo de vida relativamente normal.
6. Cirugía
Al igual que con cualquier condición física, la cirugía se considera un último recurso. Esto se debe a que las complicaciones asociadas con la cirugía en realidad pueden empeorar la condición ejerciendo una enorme presión sobre el cuerpo. En algunas situaciones, como cuando el paciente tiene una edad avanzada, la cirugía puede no ser una opción en absoluto.
Cuando se trata de una opción, la cirugía puede consistir en evitar que la esclerodermia se propague a otras partes del cuerpo. También puede ser necesario para tratar la gangrena. Desafortunadamente, esto puede significar que se requiere la amputación de las extremidades.