Tratamiento para la osteoartritis

Una vez que su médico determina la osteoartritis, plan de tratamiento, que incluye actividad física regular, pérdida de peso, fisioterapia, ejercicios de fortalecimiento o peso, compresas frías y calientes, y medicamentos recetados, inyecciones o dispositivos de asistencia (como un bastón) o cirugía puede ser recomendado. Los planes de tratamiento de pacientes individuales varían, dependiendo de una variedad de factores como el peso, el nivel de actividad, la edad, el historial médico y de salud preexistente y la gravedad de la afección.

La actividad física es vital para aumentar el movimiento articular y para fortalecer los músculos que rodean las articulaciones. La mayoría de los planes de tratamiento recomendará ejercicios de bajo impacto como caminar, nadar y yoga suave para fortalecer los músculos, pero reducir el impacto en las articulaciones que soportan peso, como la rodilla.

Los medicamentos comunes sin receta para tratar el dolor de la osteoartritis incluyen paracetamol, ibuprofeno y naproxeno, así como cremas tópicas, exfoliantes o aerosoles. Los pacientes con dolor severo de osteoartritis deben buscar un medicamento antiinflamatorio recetado de su médico. En casos muy severos, las inyecciones de esteroides o ácido hialurónico se pueden administrar directamente en la articulación afectada varias veces al año.

Cirugía

Como último recurso, cuando el dolor de la osteoartritis es tan intenso que afecta el estilo de vida y no se puede aliviar con ningún otro tratamiento, los médicos pueden considerar las siguientes cirugías:

1. Cirugía Artroscópica
Normalmente se realiza en rodillas y hombros de pacientes con OA. La cirugía de artroscopia quita y limpia el cartílago dañado de alrededor de la articulación y repara los tejidos circundantes.

2. Reemplazo de la articulación
Esta cirugía reemplaza de manera invasiva la articulación dañada por una artificial y solo se considera cuando el dolor de OA inhibe la función y la calidad de vida. En muchos casos, una articulación artificial disminuirá el dolor y devolverá el movimiento básico y la función a la articulación. Los reemplazos comunes más comunes son las caderas y las rodillas, pero también se pueden reemplazar los codos, los tobillos, los dedos y los hombros.