La adicción a los teléfonos inteligentes es un signo de depresión, según sugiere un estudio

El estudio, que fue dirigido por David Mohr de la Universidad Northwestern de Chicago, fue muy pequeño, involucrando solo a 28 adultos. A los participantes se les pidió que completaran un cuestionario típicamente utilizado para diagnosticar la depresión. Al mismo tiempo, tenían un software instalado en sus teléfonos inteligentes que permitía a los investigadores ver cuánto se usaba cada teléfono.

El estudio reveló que las personas que fueron diagnosticadas con depresión fueron las que usaron sus teléfonos por más tiempo. De hecho, el uso diario promedio de los participantes deprimidos fue más de una hora, mientras que las personas que no luchan con la depresión usaban sus teléfonos por solo 17 minutos cada día.

Mohr dice que usar un teléfono inteligente puede convertirse en un mecanismo de adaptación para las personas que lidian con problemas de salud mental. "Es probable que las personas, cuando están en sus teléfonos, eviten pensar en cosas problemáticas, sentimientos dolorosos o relaciones difíciles", dijo Mohr. "Es un comportamiento de evitación que vemos en la depresión".

Mohr observó que el uso excesivo de un teléfono inteligente puede considerarse un comportamiento compulsivo, un rasgo típico de las personas deprimidas.

El estudio, que se publicó recientemente en el Journal of Medical Internet Research, también reveló que las personas que pasan más tiempo en casa tienen más probabilidades de ser diagnosticadas con depresión. Mohr dice que esto "refleja la pérdida de motivación que se observa en la depresión".